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El pasado jueves, una mancha amarilla llegó a las playas y a las costas de Oleiros. Se trata de una estructura de pequeñas partículas flotantes, de color amarillo y rojo. Producen picores y escozores; sobre todo cuando te duchas después del baño. El efecto es especialmente molesto en los más niños; llegando a ser visibles las zonas afectadas. También se habla de que hay gente a las que les afecta más que a otras. En Espiñeiro y Mera, las banderas lucieron en rojo toda la tarde del jueves. En Santa Cruz no se veía nada ayer por la mañana. Se han tomado muestras del mar y se han enviado a analizar. Los resultados tardarán unas 72 horas en ser difundidos por el laboratorio. Se habla de un «sentinazo»; esos vertidos que provocan los barcos durante sus descargas o sus operaciones de limpieza. Pero hemos hablado y mostrado fotografías a gente de Asturias y han reconocido el problema. Ha pasado allí también hace relativamente poco. También hemos hablado con gente de los laboratorios de Ciencias del Mar de la Universidade da Coruña y hablan de sustancias que pueden producir crecimientos inesperados en cierto tipo de algas que sirven de alimento a especies de plancton que pueden resultar agresivas. Es un efecto combinado que puede venir de algún tipo de fertilizante. Hace unos días se detectó un vertido de pintura en la zona de Perillo que podría venir de un edificio en construcción. No está claro que esté relacionada una cosa con la otra. La marea ha llevado esa mancha a muchos lugares de la costa de Oleiros y de A Coruña. Pero de momento, no se ha detectado en el interior de la Ría do Burgo. No hay instrucciones específicas por parte de ninguna autoridad. Los socorristas se limitan a levantar la bandera roja en el momento en que la mancha toca la orilla. Tendremos que estar atentos a esas banderas y, sobre todo, respetarlas. La suerte de no haber tenido un festivo con buen tiempo ha evitado un día de fuertes dolores de cabeza a los servicios de socorrismo de las playas. Veremos si a lo largo del fin de semana se mantiene la calma.

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